Me apetece compartir algo.
No; eso no es del todo cierto.
Me apetece escribir algo.
Sí; eso ya se acerca algo más a la realidad.
Rebusco entre mis escritos a medias.
Recapacito.
Lo mejor será dejar constancia de la sabiduría de otros, y
no meterme en camisa de once varas cuando mis pies juguetean ya en sus pantuflas,
el pijama se ha impregnado del calorcito del cuerpo, y mi cabeza ha entrado
en modo letargo.
Y así me digo: “No pierdas tan bellas ocasiones de callar,
como a diario te dará la vida.”
Google me dice que es una frase de Noel Clarasó, y Wikipedia
no se explaya en aclararme el cómo ni el cuándo de semejante verdad. Quizá me
estén queriendo decir que ya va siendo hora de que me vaya a la cama.
Pues nada; otro día, ¡más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario