lunes, 12 de enero de 2009

Ovación "made in Spain"

Pocas cosas conservan su sentido cuando se las saca de contexto. Por poner un ejemplo, ¿qué habría ocurrido si en la película “Solo en casa 2” Kevin hubiera tomado un avión de Ryanair rumbo a España en vez de hacerlo hacia NYC? Pues está muy claro; ¡no habría tenido que esperar al bajarse del avión para deducir que se encontraba aquí y no en cualquier otro lugar! ¿Que por qué tanta seguridad en mi afirmación? Pues porque en el momento en el que las ruedas del avión hubieran tomado contacto con tierra habría sido privilegiado espectador de la ovación dedicada al habilidoso piloto por parte de los aliviados pasajeros. Casualidad o no, no es la primera vez que tengo la suerte de presenciar semejante espectáculo. Y para seros sincera, tras un primer momento de vergüenza, seguido por una carcajada irreprimible, lo único que puedo decir es que ha pasado a formar parte de mi lista “cosas que hacer al menos una vez en la vida”. ¡Un aplauso a la frescura “made in Spain”!

Todo sea dicho, el viajar en Ryanair tiene un componente cómico que hace inevitable semejante recibimiento. Y si no, atentos al toque de corneta como punto final a una experiencia única.

Y si habéis sido pacientes como para escuchar las flores que la compañía se lanza a sí misma al terminar el vuelo, seguro que disfrutaréis ahora con este pequeño gag al más puro estilo Ryanair.




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