miércoles, 14 de enero de 2009

El Londres esencial o la esencia de Londres

Algo que parece no dejar indiferente a nadie estos días y que por mi parte resulta difícil de responder es “¿Qué es lo que más te ha gustado de Londres?”. Ante una primera actitud de desconcierto, seguida de un breve periodo de reflexión, otro de desordenada interrogación y demasiado rato de introspección, parece ser que cada vez estoy más cerca de la respuesta. Claro que una cosa es que yo haya encontrado la respuesta que considero más acertada y otra muy diferente es la validez que le puedan otorgar a la misma los formuladores de la pregunta en cuestión.

Una ciudad que en 1863 acuñó sin pretenderlo la palabra "Metro" -de Metropolitan Railways- y que aún hoy en día se encuentra a la cabeza del transporte subterráneo en cuanto a la longitud de las líneas se refiere; que en 1908, al tiempo que Hyde Park vivía una concentración a favor del voto femenino, veía nacer el aún hoy vigente logotipo de su famoso “Underground” y sentaba un precedente inigualable en la historia del diseño gráfico con la aparición del primer plano de metro en forma de diagrama lineal; una ciudad que ha tenido el poder de inspirar la aparición de personajes tan dispares como Oliver Twist, Peter Pan, Sherlock Holmes, Henry Higgins, el Profesor Emelius Browne o el mismísimo Phileas Fogg -más conocido para los españoles de los 80 como Willy Fogg-; y que al tiempo que conseguía todo esto ha sido capaz, no sólo de evolucionar, sino de liderar a otros al tiempo que mantenía su esencia… Una ciudad así merece como mínimo que me descubra ante ella.

Y saber que los callejones por los que deambuló James Cook antes de embarcarse hacia las entonces desconocidas islas de Hawai son los mismas que me llevan a mí a la orilla del Támesis; que los edificios que me rodean y que despiertan mis sentidos ya ejercieron su influencia sobre Dickens; y que el Harrod’s por el que paseo ya ocupaba su actual lugar cuando Arthur Conan Doyle creó a su famoso detective… La continua percepción de la historia en una ciudad de vanguardia… ¡Sin duda, eso es lo que me ha cautivado de Londres!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. A lo dicho hay que añadir que a mediados del siglo XIX se construyó el primer tunel bajo el Támesis. Une las estaciones de Rotherhithe y Wapping. Curioso hecho cuando lo comparamos con los problemas del Ebro a su paso por Zaragoza y ¡a fecha actual! (Expo 2008) y nos informan que éste es muy "furo". ¿Será que el Tamesis en dócil?.

Cristina Portolés Ocampo dijo...

Pues es precisamente ese túnel que comentas, el Thames Tunnel, una de las muchísimas cosas que me han quedado por ver en Londres; básicamente porque la línea East London, que es la que circula por él, se encuentra cerrada por reformas hasta 2010. ¡Esperemos que lo conserven en buen estado! ... debe de tener su encanto eso de ir en metro por un túnel originalmente pensado para el paso de coches de caballos...
Y mira tú que atreverte a comparar el Támesis con el furo Ebro... ¡vaya ideicas!

Silvia dijo...

Tendre que ahorrar dinero para pasear rincon por rincon las calles de Londres. Are you in? Besotes!