De nuevo, un momento de enajenación mental transitoria. Llamémosle “Momento cepillo de dientes”.
Se trata de esa situación en la que recién llegada a casa y con el ordenador a punto de apagar tras un repasillo al mail de última hora aún queda tiempo para una canción mientras te lavas los dientes. Difícil decisión, ¿eh? Bueno, pues el caso es que hoy no he tenido ninguna duda.
Ha sido un acto inconsciente: 1917, de Mecano. De nuevo botes locos, reflejos saltarines en la ventana y emoción. ¡Genial! Me deja sin palabras cada vez que la escucho; y sin respiración también, dicho sea de paso. Mi cuerpo se resiste al estatismo.
Y qué mejor que compartir esta sensación con todos los que tengáis seis minutillos para lavaros los dientes. Seis porque el extracto de concierto que he encontrado incluye “Por la cara”; sin duda, otra canción increíble que no está de más escuchar.
Se trata de esa situación en la que recién llegada a casa y con el ordenador a punto de apagar tras un repasillo al mail de última hora aún queda tiempo para una canción mientras te lavas los dientes. Difícil decisión, ¿eh? Bueno, pues el caso es que hoy no he tenido ninguna duda.
Ha sido un acto inconsciente: 1917, de Mecano. De nuevo botes locos, reflejos saltarines en la ventana y emoción. ¡Genial! Me deja sin palabras cada vez que la escucho; y sin respiración también, dicho sea de paso. Mi cuerpo se resiste al estatismo.
Y qué mejor que compartir esta sensación con todos los que tengáis seis minutillos para lavaros los dientes. Seis porque el extracto de concierto que he encontrado incluye “Por la cara”; sin duda, otra canción increíble que no está de más escuchar.